domingo, 15 de noviembre de 2009

Inmersión en los maestros del miedo

Colección 'Maestros del terror'
"Es evidente que nos precipitamos hacia cierto conocimiento apasionante, cierto secreto que nunca debemos comunicar y cuyo conocimiento acarrea destrucción". El aviso del narrador de Manuscrito hallado en una botella, el mítico relato de Edgar Allan Poe, tiene mucho de teoría particular sobre la literatura de miedo. Una teoría que también podría resumirse así: el conocimiento de algunos secretos destruye. Y también: igual que no querríamos seguir leyendo los cuentos que nos aterrorizan, no podemos dejar de hacerlo.
Ahora EL PAÍS pone al alcance de sus lectores una colección de 20 libros para adictos al escalofrío: Maestros del terror. El próximo domingo, gratis con el periódico, se distribuirá el primer volumen de la serie, una selección de los mejores relatos de H. P. Lovecraft, el pionero de la moderna literatura de horror. Con cuentos como El alquimista, Más allá del muro del sueño o La tumba, el escritor estadounidense se consagró como el renovador de un género que pasó del gótico y los fantasmas al espanto basado en criaturas y lugares fantásticos.
Los siguientes títulos podrán conseguirse por un euro junto al diario los lunes y miércoles. A Lovecraft le seguirá el otro gran padre del relato de terror: E. A. Poe, uno de los escritores más influyentes de la literatura moderna si tenemos en cuenta la propia influencia que ejercieron sus admiradores, de Baudelaire a Dostoievski pasando por R. L. Stevenson y Borges. Sin olvidar a Julio Cortázar, autor de las traducciones de relatos como Berenice, El corazón revelador, El tonel de amontillado o el citado Manuscrito hallado en una botella, incluidos en el volumen que se distribuirá con este diario.
Los relatos de Arthur Conan Doyle, Guy de Maupassant, E. T. A. Hoffmann o Bram Stoker, creador de Drácula, forman parte también de una colección en la que la literatura hispanoamericana tiene a sus más altos representantes en el género: los españoles Gustavo Adolfo Bécquer y Emilia Pardo Bazán y el uruguayo Horacio Quiroga. El romanticismo de raíz popular de las leyendas del primero y el realismo visionario de los relatos de la segunda se complementan con la retorcida imaginación de Quiroga, precursor del realismo mágico que triunfaría con los autores del boom. Relatos suyos como La gallina degollada o El almohadón de plumas demuestran que, mirados con detenimiento, son los objetos cotidianos los que más miedo producen.
Ésa es la gran lección de los clásicos modernos reunidos en Maestros del terror. El suyo es un miedo sin sustos, sin trucos, dirigido a la inteligencia.

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